Indice del Articulo
El cuidado de tus articulaciones.
Aprenda los principios básicos para prevenir el desgaste y a controlar su dolor
Lidiar con el dolor puede ser el aspecto más difícil de tener artritis, Osteoartritis o una enfermedad relacionada. Sin embargo, puede llegar a controlar el dolor y limitar el efecto de este sobre su vida. Saber qué tipo de artritis o enfermedad presenta le ayudará a determinar el mejor tipo de tratamiento a seguir. El primer paso, previo al aprendizaje de técnicas para controlar el dolor, es entender algunos conceptos generales sobre el cuidado de tu salud articular.
DEFINICIÓNES
¿Qué es la osteoartritis? es una enfermedad articular crónica degenerativa con componente inflamatorio caracterizada por degeneración y pérdida progresiva del cartílago hialino y hueso subcondral y daño del tejido sinovial, asociados con engrosamiento y esclerosis de la lámina subcondral, formación de osteofitos en el borde articular, distensión de la cápsula articular y cambios en los tejidos blandos periarticulares.
¿Qué es la artritis?
El término artritis significa literalmente inflamación de las articulaciones (artr = articulación, itis = inflamación).
Existen más de 100 tipos diferentes de artritis y enfermedades asociadas, entre las que se incluyen enfermedades que afectan los huesos, los músculos, las articulaciones y los tejidos que las sostienen.
- El dolor agudo indica que debe actuar. Usualmente dura poco, desde segundos a semanas. Este dolor es limitado y generalmente se alivia con medicamentos.
- El dolor crónico perdura más tiempo, como el que acompaña a la artritis o a la fibromialgia. No es tan fácil de aliviar y paradójicamente, controlar la enfermedad no siempre ayuda. Algunos doctores creen que, con el tiempo, el dolor crónico se vuelve una enfermedad en sí, haciéndola más complicada y difícil de tratar. Manejar este tipo de dolor es esencial para mejorar su calidad de vida.
La osteoartritis y la artritis son las más comunes con la edad, pero hay formas de mantener el dolor al mínimo.
¿Rodillas rígidas, caderas adoloridas y manos hinchadas? Si tienes 50 años o más, podría tratarse de artritis u osteoartritis, las enfermedades más comunes de desgaste que ocurre cuando el tejido amortiguador que se encuentra entre los huesos se deteriora con el tiempo y produce dolor en las articulaciones.
“A medida que envejecemos, lo único que no podemos cambiar es la cantidad de tiempo que hemos vivido con nuestras articulaciones. Por eso es que a los 55, tus rodillas también tienen 55 años”, dice Dominic King, médico de medicina deportiva y director de transformación clínica en el Instituto de Ortopedia y Reumatología de Cleveland Clinic.
Aquí hay tres consejos para cuidar las articulaciones después de los 50 años.
1.- Activate
Puede parecer contraproducente aplicar más estrés y tensión al cuerpo, pero el ejercicio frecuente es una de las mejores maneras de tratar la osteoartritis y conservar la salud de las articulaciones.
Una de las razones es que el ejercicio fortalece los músculos que rodean las articulaciones, lo que ayuda a aliviar la presión. También puede aumentar el suministro de nutrientes al cartílago, explica Eric Hume, profesor adjunto de Cirugía Ortopédica Clínica y director de calidad y seguridad en el Departamento de Cirugía Ortopédica de Penn Medicine.
2. Mantén un peso saludable
En Estados Unidos, casi el 45% de los adultos de 40 a 59 años son obesos, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Hume explica que el exceso de peso supone un esfuerzo adicional para las articulaciones, especialmente para las que soportan peso, como las rodillas y las caderas.
“Si tienes ‘llantas’ de tamaño normal en la rodilla” —las llantas son una metáfora que Hume utiliza para el cartílago amortiguador que se encuentra entre los huesos— “pero estás cargando el doble del peso corporal para el que están diseñadas las rodillas, es obvio que el desgaste se agudizará con mayor rapidez”, advierte.
Según un estudio, al bajar 1 KILO ó (1 libra) de peso corporal la carga sobre las rodillas se reduce 4 kg (lib.). Además, el tejido graso produce proteínas que pueden causar inflamación dentro y alrededor de las articulaciones, que es otra razón por la que bajar de peso puede aliviar las molestias articulares.
Tener un peso inferior al normal también puede suponer problemas para las articulaciones. Con frecuencia, las personas con bajo peso no tienen un desarrollo muscular adecuado y “el cartílago no está preparado para soportar toda la compresión y toda la fuerza, en particular cuando se trata de las rodillas”, según King.
Esta fuerza debería distribuirse por todo el cuerpo. “Debes tener buena fuerza muscular, buena flexibilidad y buena fuerza en el tronco y las caderas para poder absorber ese impacto”,
3. Mejora tu dieta
El control del peso va acompañado de una dieta saludable. Hume le da menos prioridad a un alimento o nutriente en particular y explica que, en cambio, se trata de controlar las porciones, evitar las calorías vacías y consumir “un buen equilibrio de proteínas”.
Algunas investigaciones demuestran que una dieta mediterránea —rica en frutas, verduras, cereales y grasas saludables— es favorable para las personas que tienen osteoartritis. Por ejemplo, un estudio con 4,470 participantes que se publicó en The American Journal of Clinical Nutrition (en inglés)reveló que los adultos con osteoartritis que siguieron fielmente una dieta mediterránea con más frecuencia tuvieron menos dolor, menos discapacidad y menos síntomas depresivos. Otro estudio reveló que seguir una dieta mediterránea se vincula a un menor riesgo de intensificación del dolor de rodilla debido a la osteoartritis.
Existen numerosos suplementos para el dolor de las articulaciones.
Numerosos estudios clínicos han demostrado la influencia positiva de los Hidrolizados de Colágeno en las enfermedades degenerativas de las articulaciones. Por si fuera poco, los especialistas señalaron que este producto también contiene arginina, aminoácido del cual nuestro organismo obtiene Creatina, compuesto vital para las células musculares que es capaz de aumentar el peso de un atleta sin añadir grasa.
Debido a que se extrae de huesos animales, la grenetina también proporciona calcio, por lo que se recomienda su consumo personas de edad avanzada, a mujeres embarazadas o que están lactando, pues ayuda a prevenir que sus huesos carezcan de este mineral necesario para alimentar a su hijo, sea en el vientre o a través de leche.
La glucosamina y la condroitina son dos de los más comercializados, pero no existen suficientes datos que demuestren su eficacia, según el National Center for Complementary and Integrative Health de los Institutos Nacionales de Salud. Lo mismo ocurre con el dimetilsulfóxido (DMSO) y el metilsulfonilmetano (MSM), que se han utilizado en casos de artritis.
Dado que la glucosamina y la condroitina pueden interactuar con los anticoagulantes (como la warfarina) y podrían interferir con la forma en que el organismo metaboliza el azúcar, es importante hablar con el médico antes de tomar estos o cualquier otro suplemento. El DMSO y el MSM también pueden tener efectos secundarios, como malestar estomacal e irritación en la piel.
Efecto epidemiológico de la osteoartritis en México y en todo el mundo
En Estados Unidos hay más de 32.5 millones de adultos que padecen de osteoartritis, y la mayoría son adultos mayores. Si bien no hay manera de curar o revertir el trastorno, existen algunas formas comprobadas de prevenirlo o evitar que empeore.
Las enfermedades reumáticas constituyen un grupo de alrededor de 250 padecimientos que afectan al sistema músculo-esquelético y en algunos casos a otros órganos y sistemas. Entre ellas, la osteoartritis es la afección articular observada con más frecuencia en la población adulta, se ubica entre las primeras 10 causas de atención hospitalaria5 y es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo,6 aunque sus cifras de prevalencia varían según la localización geográfica, los distintos grupos étnicos, el sexo, la edad de las poblaciones estudiadas y la articulación afectada.6
Se ha estimado que la prevalencia de osteoartritis en México es de 10.5% (IC95% 10.1 a 10.9), es más frecuente en las mujeres (11.7%) que en los hombres (8.7%), aunque varía enormemente en las diferentes regiones del país; en Chihuahua la prevalencia es de 20.5%, en Nuevo León de 16.3%, en la Ciudad de México de 12.8%, en Yucatán de 6.7% y en Sinaloa de 2.5% (p < 0.01).7 En todo el mundo en la mano la prevalencia es de 43.3% (IC95% 42.7-42.9), en la rodilla es de 23.9% (IC95% 23.6-24.2) y en la cadera es de 10.9% (IC95% 10.6-11.2).8
Fuentes: